sábado, octubre 13, 2007

Construcción

Si te ví así desnuda es porque tú me dejaste.
Abriste tu alma y me hiciste entrar en tu vida de una manera tan fuerte que no me imagino fuera de ello.
Propuestas simples desde un principio.
Un café, un amanecer en un cuarto de hotel, una exhalación, tomarnos fuertes de la mano y afrontar la mañana.
No se construyó en un día, fue mucho de voluntad, de tozudez, podría decirse.
Pero la belleza interna que irradiabas me hacía tomar coraje, tomar el timón y emprender el viaje más extraños, sin tener hoja de ruta, pero no importaba porque estabas a mi lado, contemplando las estrellas y viendo la luna llena.
De que sirven ahora estos esbozos de versos, si lo único que me dejaste fueron las ganas de extrañarte, de querer seguir construyendo esta ciudad propia, que tiene rajaduras por todos lados y que quizás no me doy cuenta, pero que tiende a desaparecer, así como tan de sorpresa dio pie a su inicio.
Apago la luz, ya es tarde, el insomnio perdió la batalla esta madrugada, y le arrojo un beso a tu foto que me espía, pero ya no me mira, igual que vos.

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