lunes, marzo 05, 2012

Café



Se pasó una vez más la mano derecha por la nuca. Se notaba contracturado, algo cansado y pensó que lo mejor que podía hacer era recostarse, pero no podía, al menos no en ese momento en que lo pensó.
Sin embargo, buscó imágenes en su cabeza para poder salir, al menos por un instante, del sopor y el cansancio en el que estaba sumergido.
Trajo recuerdos de una noche en un bar, tomando algo, en buena compañía, charlando mientras la noche discurría y la brisa del río era un hermoso complemento.
Resopló, giró la cabeza en varias ocasiones y sintió que las vértebras se le acomodaban, al tiempo que el sonido de la lluvia comenzó a golpear su ventana, cuasi cómplice, como llevándole un poco de inspiración.
Eso hizo que muchas de las cosas que sentía cobraran fuerza, se afianzaran y se reflejaran en un futuro próximo, o tal vez lejano, pero futuro al fin.
"Un café irlandés", recordó que ella le pidió al mozo, cuando la charla empezaba a transitar caminos que luego se bifurcarían, pero continuarían siendo paralelos, en un designio geométrico aún indescifrable.
Repasó las imágenes, las comparó con las de ahora, y abrió la ventana para sentir la brisa en su rostro, y alguna gota que furtivamente le mojó la cara, para mezclarse con una lágrima, y formar una pócima que aún no sabe de fórmulas establecidas.