martes, julio 04, 2017

Simple





"Sos una brisa suave que cruza la playa en cada atardecer", le dijo mirándola a los ojos.
Ella se quedó quieta, no inmóvil, sino quieta, escuchándolo sin más.
"Como las olas que se abalanzan y terminan mansamente en cada huella. El pensar en un paso, y en otro, sabiendo que no hay límite para construir un camino", continuó.
El tiempo transcurría, pero ninguno de los dos miraba el reloj.
"Sos como el sol acariciando en invierno y abrasando en verano, y la canción que acompaña esos momentos", le susurró. Ella lo contempló.
"El reflejo de la luna en la letanía y el cerrar los ojos sin saber que pasa, pero sintiendo todo. Sos cada palabra, cada letra, cada oración", agregó y ella se sonrió como siempre solía hacerlo ante él.
"Sos así...tan mía y tan simple que toda la naturaleza parece dibujada por tus labios, cada vez que me regalás esa sonrisa. Sabelo", concluyó.
Ella siguió estando ahí, pero su mente se transportó a la primera noche, cuando las luces -cómplices luces- fueron testigo de su beso inicial.

lunes, abril 17, 2017

Preámbulos


Se lo preguntó sin preámbulos, queriendo saber algo más que un beso.
"Qué le pasa a tu corazón cuando está conmigo?". Del otro lado la respuesta fue tan contundente como veraz: "Está feliz".
Ella pensó por un momento. Cerró los ojos y se transportó a esa noche, no muy lejos, cuando lo besó, lo sintió, le pudo escuchar su respiración y todo eso fue el complemento perfecto para esa frase que la dejó ahí, en un lugar que no era, ni allí, ni aquí, pero que era tal como quería estar.
Pero podía ser tan así? Podía haber una mañana con él? Habría alguna vez un 'buen día'? Existen los sueños y las realidades?
Rió, una vez más. Claro, si en definitiva eso era lo que, además de los besos, la unía a él. Sí sabía que su sola cercanía la movilizaba y esperaba sus novedades, sus saludos, miradas y todo su repertorio de conquista, porque aunque quisiera ocultarlo, él la obnubilaba, la sacudía y la hacía tener un
centímetro más de camino por el que andar cada día.
Consciente de eso le dijo "sí", aunque con algún reparo. Primero le pidió una garantía a su desenfreno y él solo le lanzó un "te quiero". Y era cierto.