miércoles, septiembre 26, 2018
Madrugada
"Sin decirme una palabra, ella me acompaña con el corazón...", escuchó desde la computadora que irremediablemente lo puso en situación y pensó en ella que estaba ahí, a unos metros también transmitiendo esas sensaciones que permiten a cualquier hombre sentirse un domador de leones, un trapecista de alturas increíbles o solo un tipo con suerte.
Espacio
Buscó en cada espacio del espacio una señal de su presencia.
Su perfume?
Su caricia?
Su mirada?
Respiró profundo esperando el aire fresco de la mañana.
Exhaló tan fuerte que se transformó en brisa.
Su huella recorrió el borde de la cama y sintió su calor, sus abrazos y sus besos.
Como hace un rato...como los que vendrán.
Desordenado
Difícilmente las imágenes pueda olvidarlas, porque caminó cada centímetro de esa calle para ir a verla en más de una ocasión.
Se sinceró cuando el viento le pegó en la cara y secó sus ojos algo brillosos. Tomó aire por la nariz. Exhaló despacio pero firme.
Le tembló la pierna, como cada vez que iba a su encuentro sin red.
Ella abrió la puerta, así como estaba con su vestimenta informal y su pelo algo desordenado.
Lo abrazó de tal manera que los corazones se tocaron traspasando incluso sus pieles.
Así se quedaron durante varios minutos...afuera estaba lloviendo...
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