sábado, enero 12, 2008

Búsqueda


Sus ojos, mejor dicho su mirada, fueron su carta de presentación y él no supo bien porque, pero observó algo misterioso y a la vez atractivo, que traspasaba una línea imaginaria y unía dos puntos en el infinito.
Su hablar desfachatado y locuaz lo transportaba en una perpleja sonrisa y él se animó a ingresar en su mundo, donde las cosas tampoco sencillas y el dolor estaba latente, más allá de su virtuoso optimismo.
Con el tiempo el contacto se fue raleando, por cuestiones primitivas de cada uno, aunque en algún punto la línea seguía trayendo imágenes de ambos, por rutas diferentes o tal vez era la forma para encontrar la misma senda. en donde puedan confluir sus emociones, sensaciones y apuestas, pese a que ella no era partidaria de esa palabra.
Las noches se fueron acercando y los desencuentros postreros hicieron que algo se fuera gestando, casualidad o no, él fue a su ciudad, casualidad o no, ella no estaba y lo lamentó, pero también entendió que los momentos llegan cuando deben llegar.
Conversaciones que pasaron por miles de temas, en especial por sus proyectos y deseos, que en varios puntos eran coincidentes.
"Quisiera tenerte en mi cama esta noche", le confesó ella y él eligió su mirada en una respuesta que ella ya prreveía.
En cierta medida sus corazones parecían confluir, pero también entendían que las cuestiones de ese órgano vital, a veces, son más rápidas que la razón y sus posibilidades.
¿Se puede pensar en el otro de esta forma?. ¿Trazar paralelismos con tiempos pasados no sirven?
Nadie los obligó a nada y ellos se obligaban a prestarse el tiempo, para conocerse, de a uno, de a dos, de a poco y vertiginósamente.
"¿Estás?"...Pensándote. La pregunta y la respuesta puede ponerse en boca de cualquiera.
El sintió cosquilleos que ella compartía a igual nivel.
Ella pidió unos besos en la espalda y sentirse protegida y acompañada luego de varios malos golpes de la vida.
Incluso en ese instante, escuchó la voz de su padre desde el recuerdo, diciéndole: "Todo llega, no busques nada".
Se entregó a Dios y sus designios, yendo con algunos recaudos y confiando en el "trabajo hormiga" que la había atrapado.
El quiso volver a sentirse feliz y lo estaba logrando, con poco o con mucho, pero confiando en el destino, esta vez....si.

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