lunes, enero 21, 2008

Si me creo lo que me pasa, seguro que no me creerías.

Si te dijera lo que tengo para decirte, capaz no lo oirías.

Si un no, es un sí o un quizás, con eso alcanza para empezar, más luego no me quedaré en expectativas, quisiera un poco más, tanto como ofrezcas.

Es cierto, las cosas pasan y a nosotros nos pasó.

De alguna u otra manera él o los caminos se cruzaron en un punto de la vida, lo tomamos y andamos más allá de todo, cerca de ambos, queriéndo recorrerlos juntos.

Pocas cosas tengo para decirte ahora que siento tu mano entrelazada a la mía, que el atardecer me acompaña a tu encuentro, que tu boca busca los labios, mis ojost tu mirada y mi piel tu piel.

Nada casi nada. Tiempo sólo tiempo. Un día o una noche, ¿quién lo puede saber?, cuando nos digamos, nos confesemos que nos amamos, que la vida no es lo mismo sin el uno, ni el otro.

El miedo paraliza y el horizonte se nubla, pero si se está acompañado, poco importa eso.

¿Querés sentir cosas olvidadas? ¿Te gustaría un desayuno preparado en tu honor? ¿Apostarías todo a un número con pocas chances de ser el elegido?

De aquella vez que volví a verte muchas cosas cambiaron. ¿Pero sabés qué?. Las cosas no tienen colores difusos cuando uno se siente acompañadoo. Pensalo, yo lo pienso mientras recuerdo tu figura dormir.

No hay comentarios.: