sábado, septiembre 23, 2006

Amar


"Querer no es amar, y yo te amo", le dijo ella a modo de breve despedida, temporaria, pero significativa como para hacerlo pensar, reflexionar y sentir que las palabras nos hacen prisioneros, cuando unos piensan que son aliadas.
El ómnibus la sacaba de la gran ciudad, a un pueblo prestado, donde se sentía a gusto, pese a los kilómetros que la separaban de él.
Se preguntaba si la extrañaría, si las noches para él eran los mismo sin el roce de sus pies, sin la mirada atenta en la madrugada, sin el "buenos días" de todos los días.
Le dijo más de una vez lo que sentía. Los cambios producidos en el último tiempo. Desnudó parte de su alma, se mostró tal cual era.
Para ella también los desafíos eran muchos, las variaciones continuas y los pensamientos constantes.
¿Se podría ser la misma que un día pateó el tablero y construyó su destino cerca de la Cordillera?.
Quería ser fuerte y creer, apostar a un pleno de felicidad pese a todo, con las diferentes formas que tiene el amor de presentarse.
Cada ocasión era propicia para hacer de todo un sueño, una utopía, la razón de vivir, y se quedó dormida con una sonrisa.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Nunca se puede ser la misma pero siempre se puede ser mejor...
Sentirte parte de mi ser es el regalo, porque querer no es amar...y yo te amo.