miércoles, julio 25, 2018

Vulnerable



Lo esperaba cada noche. En sueños. Con sus manos. Con sus pensamientos e imágenes. 
Todo era tan vívido, como si estuviera a su lado, respirándole en el oido diciéndole esas cosas que solían estremecerla. 
Sus sábanas rozaban toda su piel, que sólo acompañaban gotas de su perfume preferido. 
Por la ventana entraba un haz de luna, de esos que iluminan la habitación, y la encontró vulnerable, con esas ganas de probar la resistencia de la cama en un vaivén sinuoso y constante. 
Cerró los ojos y estiró los brazos hacia arriba, como queriendo alcanzarlo. 
Entre las sombras de la noche no lo oyó entrar sigiloso y en  ese instante ella percibió sus labios húmedos por un beso, sintió su piel cruzarse con el roce de sus dedos y entendió que esa no sería una noche más.

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