miércoles, abril 25, 2007

Despertar


La ruta se abre por entre la arboleda, llenando todo de aire cálido, trayéndome tu sonrisa, tus caricias, tu amor.
Tu figura me llena, se refleja en una flor, el viñedo, el sol que busca ocultarse y pide que lo mire tras aquél horizonte, como tu mano apoyándose en la mía.
Mi refugio es tu mirada, mi paz está con vos, compartiendo el camino, la piedra, la sierra, la naturaleza toda.
Alguien me dijo alguna vez que las obras deben ser contempladas y lo supe cuando te besé por primera vez, debajo de la lluvia y con el frío calando los huesos, pero nada importaba en ese instante, sólo que no termine.
Sencillamente aprecio el momento de escucharte, de sentirte, de tenerte.
El viento trae siempre el aire fresco de otros parajes, para compartirlo con vos y sentir que nada es en vano, si me encuentra a tu lado.
Locura linda que alguien puso en mi camino y que me lleva por los inconmensurables designios de la vida.
Intento poner en palabras lo que me das y esbozo un gracias, sin temor a equivocarme.
Supuse un día que la noche me tenía cautivo, pero la luz llegó desde tus ojos y se instaló a fuego cerca del corazón, para apoderarse de mi universo, sin preocupaciones.
Tu huella es profunda y el ómnibus me aleja del cerro, de vos, sólo por un instante, porque sé que mañana despertaré a tu lado, igual que hoy.

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